Reconociéndome desde la enfermedad

Tenemos la creencia de que somos intocables y que tenemos la vida segura, por alguna extraña razón pensamos que no hay nada que puede llegar a tocarnos si hemos tenido la fortuna de nacer y crecer de forma sana y natural, pero cuando una enfermedad grave se instala, toda esa creencia se nos mueve, aparecen las dudas y eso que creíamos comienza a decaer en la mayoría de veces.

Cuán lejos estamos de hacer realidad esa creencia si por miedo y por desconocimiento comenzamos a dar poder a la negatividad, al miedo, a la preocupación de que nos sucederá. 

Si por un momento llegáramos a pensar y observar porque se ha comenzado a desarrollar esto en el cuerpo, si tuviéramos por un instante la claridad de verlo desde otra perspectiva menos dañina y victimista, tal vez podría asomarse los primeros destellos de que la enfermedad ha venido a mostrar los aspectos que han sido dolorosos para nuestro ser, pero como no les hemos permitido expresarse de forma natural al no ser capaz de conectar en profundidad con nosotros  mismos,  esos aspectos han tenido que buscar la manera de hacerse notar físicamente.

Cuantas veces callamos lo que verdaderamente pensamos sobre lo que recibimos, lo que nos ha sucedido en nuestra infancia o alguna otra etapa de nuestras vidas,  lo que otros nos hacen sentir, lo mal que nos vienen ciertos tratos, ciertos actos contra nuestra persona tanto externos como nuestros e incluso llega un punto en que olvidamos que tratarnos con amor  es la regla con la que deberíamos vivir siempre.

La enfermedad no se presenta por venirnos a amargar la existencia, aparece cuando el portador de ella no ha sabido escucharle de otras maneras en las que se ha ido expresando y no ha encontrado otra forma mas que comenzar a manifestarse de forma física.

La enfermedad ha venido a reprogramarnos y a liberarnos de todo ese dolor que guardamos por dentro, invitándonos a autoanalizarnos, reconectar con nosotros mismos y a hacernos responsables de que hemos sido creadores y colaboradores de la misma desde nuestra inconsciencia.


Los genes no son los únicos responsables de crear la enfermedad ya que nuestro entorno puede determinar como actúan nuestros genes y nuestra biología. Nuestros pensamientos constantes sobre algunos aspectos negativos de nuestras vidas han creado y crean lo que nos sucede día a día sumando a las emociones con las que interactuamos. 

Nuestras células forman parte de nuestro organismo y por lo tanto son capaces de «escucharnos», recibiendo así todo lo que les damos por lo que esas células se van alimentando de nuestros pensamientos y emociones así que de esta forma las vamos dirigiendo hacia determinadas situaciones. Una persona positiva, entusiasta, equilibrada, llena de amor será capaz de crear una vida más sana. Mientras que una persona que arrastra miedo, culpa, enojo, ira, envidia, y cualquier tipo de emoción negativa y que no es capaz de detener ese tipo de emociones, comienza a envenenar sus propias células, y al cuerpo por consiguiente y por lo tanto comienza a manifestarse la enfermedad. 

Si comenzamos la labor de reconexión con nuestras emociones, pensamientos y actos y vemos la enfermedad como aliada nos podremos dar cuenta que hay mucho que trabajar de forma interna, cambiar los pensamientos que han colaborado a la creación de esa enfermedad, ser menos duros y mas permisivos con nuestras emociones, saber poner limites tanto personales como a otros y que nuestros actos sean desde el amor siempre, para dejar de ser las victimas de nuestras vidas y nos convirtamos en seres responsables de lo que co-creamos día a día en nosotros mismos.

Se que es dificil cuando se esta enfermo y más si es algo grave que no vemos solución pero somos energía creadora y tenemos el poder de cambiar lo que nos sucede, solo te invito a comenzar a hacerlo no importa que tan dificil sea comenzar, solo hazlo y deja que esa energía comience a vibrar y a trabajar en ti en una sintonía mas alta, te aseguro que algo cambiara.

Te invito a que te tomes un momento en el día, cierra los ojos y siente lo que hay dentro de ti, escúchate y háblate, envía mensajes mentales de amor hacia tus células, diciéndoles lo maravillosas que son todas, que en cada una de ellas habita la verdad y por lo tanto la armonía y que son perfectas, visualízate como solías ser con salud y en un momento de felicidad, eso ayudará a que tu cuerpo sane mucho más rápido.

¿Cuéntame que tal ha ido esa experiencia, que sentiste, pudiste verte desde otro lugar mas amable?

Desde el amor… Faby Gómez

Te dejo este video sobre el reconocido Bruce Harold Lipton, es un biólogo celular estadounidense de los más importantes de nuestros tiempos con estudios sobre que los genes y el ADN que explica la enfermedad desde otro punto de vista al cómun.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Crea un blog o un sitio web gratuitos con WordPress.com.

Subir ↑

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar