Abriendo las puertas correctas

Cuantas veces vamos por la vida pensando que somos imperfectos, que debemos llegar a cumplir ciertos estándares y modelos que nos ha impuesto la sociedad, nuestros padres, nuestros amigos. Es muy cierto que vamos por la vida avanzando, pensando que hay algo que cumplir siempre, y no creo que se trate solo de eso.

También hay que hacer un stop por un momento, respirar y simplemente permitirnos encontrar el tiempo para «ser», dejar a una lado nuestras exigencias, las necesidades de todos, dejar de cumplir los deseos de terceros para solo «escucharnos, sentirnos y aceptarnos».

He pasado a lo largo de mi vida por varias etapas, la primera, la infancia en la que fui quienes mis padres quisieron de acuerdo a lo que ellos habían comprendido de la vida, después en mi adolescencia fui lo que mis padres quisieron pero también lo que mis amigos y la gente que tenía influencia en mi también quisieron. Así mas adelante hasta convertirme en un adulto donde en los primeros años de esa etapa me seguía sintiendo no identificada con lo que había a mi alrededor, siempre bajo imposiciones, bajo opiniones disfrazadas de sugerencias y así hice todo menos lo que yo SENTIA en realidad.

A continuación vi como los años seguían pasando sin sentirme realmente identificada y conectada a aquello que me haría sentir mas feliz. Decidí casarme a pesar de que no me sentía lo suficientemente convencida para hacerlo por lo cambios que implicaría llevar a cabo en mi vida pero yo sentía que estaba enamorada, era «mi momento» para dar ese paso, pensaba que eso haría que encontrará realmente un lugar de pertenencia y de felicidad.

Poco tiempo despues me mudé de país y me aleje de todo lo que yo conocía y de todas mis influencias desde la infancia hasta mis 30 años, me encontré viviendo en una isla muy cercana a Africa, sola, sin familia, sin amigos, sin nada con que sentir mi usual seguridad, pertenencia y familiaridad.

Viví con mi pareja y en otro ambiente, en «otro mundo» comencé a experimentar-ME desde otro punto, desde otras personas tan ajenas a lo que yo conocía, con otros hábitos y costumbres, aunque utilizábamos la misma lengua variaban las palabras y significados, fue entrar a una nueva dimensión y por lo tanto note esa sensación y oportunidad de volver a empezar.

En mi interior estaba moviéndose algo que desconocía hasta ese entonces, estaba viviendo mi vida desde una nueva perspectiva y eso hacía que yo me comenzará a cuestionar ¿qué quería, qué deseaba, qué sentía, hacía donde iría todo con todo eso?. Entre en la etapa de mirarme y preguntarme por primera vez de forma muy seria ¿quién era yo? ¿Cuáles eran mis sentimientos reales?, ¿Qué deseaba lograr?, ¿Era feliz?, ¿Está es la vida que realmente deseo?…

Fue el primer encuentro serio conmigo misma. La primera vez que me escuché no me alegro lo que me dije, al contrario, pasaba por una crisis en mi matrimonio que me mostraba que había muchas situaciones personales que arreglar, que no solo era un matrimonio, sino que me estaba dando cuenta que yo, me había contado grandes mentiras y que con el tiempo se me habían hecho verdades por la falta de autoconocimiento, pero me autoconvencí pensando que todo esto que había elegido era lo que en realidad quería.

Mientras mas pasaba el tiempo más me daba cuenta que deseaba otro tipo de vida, deseaba estar en otro lugar y así comencé a «ELEGIR» y con ello empecé a ver como la vida me iría revelando MI VERDAD, y me vi envuelta un largo tiempo en un caos donde no sabía con exactitud que, el cuestionarme a mi misma causaría un nivel de revolución en mi existir.

Darme cuenta que es vital detenerme dentro del día a día, escucharme, sentir mis emociones, aceptarme desde el amor haciendo a un lado los juicios, prejuicios y dejar el auto-sabotaje para entregarme a la gran tarea de buscarme y permitir el paso a esa enorme y complicada labor de CONOCERME A MI MISMA es vital para encontrar esas puertas que han permanecido cerradas pero no por falta de oportunidad sino porque había sido incapaz de verles dentro de ese piloto automático en el que vivía.

Detrás de esas puertas me he estado encontrado YO, a mi misma, he llegado a tocar mi esencia y me he topado con un ser divino que habita en mi, y que seguramente, si tú decides otorgarte ese gran permiso como un acto de amor contigo mismo para descubrirte, y adquieres la gran valentía para llevar a cabo esa exploración interna, encontraras el tesoro divino y maravilloso que habita en ti, TU VERDAD, tú y solo tú y descubrirás que la única llave de acceso a esas puertas es la búsqueda personal: conocerte a ti mismo.

Te invito a que de vez en cuando te detengas y pienses sobre alguna experiencia, situación, pareja, amig@, lugar, etc. que te causa algún conflicto o incomodidad, y lo ubiques en al área del corazón, al pensar en ello entonces ocurrirán 2 cosas, una, que sientas como el área de tu pecho se expande, y la otra, la contracción de tu pecho. Eso es un gran indicador del impacto que causa en ti eso que te estas preguntando, y tendrás la respuesta, una que no podrá engañarte nunca pues el corazón siempre sabe y nunca se equivoca. Cuéntame aquí abajo en los comentarios tu experiencia sobre esto ejercicio.

Siempre, desde el amor…

Fabiola Gómez

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